(EUA, 1957) de Roger Corman, c/ Dick Miller, Abby Dalton, Robin Morse, Richard Cutting. 62’.
La fiebre de sábado por la noche atacaba a la juventud mucho antes de Travolta y su glamour de brillantina inofensiva. Roger Corman, que siempre fue un cineasta de la vanguardia más austera y realista, sea cual fuere el mundo disparatadamente extraordinario que sus producciones intentasen describir, la empujó con otros pocos rebeldes hacia las pantallas a fines de los ‘50. Los cinco días que tardó en filmar esta historia de música y violencia (el afiche incluía la consigna prometedora de “Algunos tienen que bailar, algunos tienen que matar”) es a su vez prueba suficiente de una estética de trinchera que desarrolló por más de cuatro décadas detrás de cámara. En su chatura grisácea y acartonada, completamente imperfecta, Rock All Night es la prueba de un talento terrible que todavía espera su verdadero lugar en la historia del cine.
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